TRAS LA LUNA

TRABAJANDO JUNTAS POR UN MUNDO MEJOR

20 jun 2008

Tras la Luna Nº 3 año II

Marzo 2008 TRAS LA LUNA No. 3 Año II

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Las Mujeres del Mundo extendemos el reino de la vida para entender los infinitos misterios de Dios. Canta nuestra sangre. Somos parte de la tierra y como ella el vientre germina la persistencia del existir en frutos sabrosos que son una maravilla entrañable en la rosa de los vientos de nuestras entrañas. somos la otra mano del dibujante que entró a pintar le mundo desde las cavernas al nuevo siglo XXI.

Pero no estamos sujetas a esa mano, somos la mano que complementa el sabor y la dicha. Aún cuando se oculta el sol, ella pinta el matecito de comida asegurando la vida desde su vientre o desde su pensamiento, o desde su corazón. No falta la hoguera, para verter el fuego, el viento, la tierra, las estrellas y el tiempo.

Cuándo es que el 8 de marzo....?

La historiadora norteamericana Mari Jo Buhle en su obra "Women and American Socialism 1870-1920" estudió el incendio de la "Triangle Shirtwaist Company", suceso de gran transcendencia en la historia contemporánea de EEUU, pero no por dar origen al Día Internacional de la Mujer, sino por ocasionar la muerte de las obreras que el año anterior, en 1910 habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de mejoras en su situación laboral.

La decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (1857-1933), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas. Pero la propuesta
presentada por Clara Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, para organizar la celebración de un Día Internacional de la Mujer no era del todo original. Tenía un antecedente en el que inspirarse, el Women's Day que las socialistas estadounidenses llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto para las mujeres. El Partido Socialista Americano designó el último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman's Day, para reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Hasta el 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.

El Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto de la mujer, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación.

La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo el 19 de marzo de 1911, y fue seguida en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia.

En los primeros años, el Día Internacional de la Mujer se festejaba en fechas diferentes según los países. Pero en 1914, a propuesta de las alemanas, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. La única autora que ese aventura a dar una explicación sobre la elección de esta fecha es Renée Côté, quien sólo apunta como posibilidad el hecho de que el mes de marzo estaba cargado de contenido revolucionario, pero sin dar ningún argumento sólido sobre por qué ese día en particular y no otro.

También la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en el Día
Internacional de la Mujer. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando el Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer se pasara al celebrar sin más cambios hasta la actualidad el 8 de Marzo.

Naciones Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento del Día Internacional de la Mujer. Según Ana Isabel Álvarez, es muy interesante resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917 que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer:"El Día Internacional de la Mujer fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910.

La propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial tocó un aspecto sensible.

Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él.

Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo".
Declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas.

Fuente de información:
ANA ISABEL ÁLVAREZ GONZÁLEZ
(1999) Los orígenes y la celebración del Día
Internacional de la Mujer, 1910-1945. KRK-Ediciones: Oviedo. (Extraído de internet)

SERCOFE Celebrando el Día Internacional de la mujer

Las 10 de la mañana del día 8 de marzo del 2008, nos hallamos camino al fundo de nuestra amiga y socia Sarita de Chavarri, llenas de esos aires bonitos que nos da el aroma natural del campo, con esa alegría de pasar un día juntas, libres de hacer las cosas. De vez en cuando necesitamos hacer las cosas en comunidad, sintiéndonos amigas y compañeras de una causa común que es el mejoramiento de las situación de las mujeres a partir de nosotras, d e nuestro desarrollo personal en la diversidad de sus aspectos.

Así comenzamos la celebración de este universal día con un saludo por la Presidenta Socorro Barrantes, unas reflexiones sobre le día, informándonos como se celebra a nivel del mundo. Bertha de Cieza tuvo la feliz iniciativa de obsequiar un hermoso presente a nuestra oferente Sarita de Chavarri, destacando su generosidad al brindarnos su hogar de campo, tan lindo y lleno de identidad cajamarquina. Cada asistente dio su propio mensaje, nutriendo nuestro espíritu, pensamiento y acción. Luego degustamos un sabroso cuy con arrocito de trigo, haciendo un brindis con pisco sauer. No podía faltar el festejo con sendos bailes de toda laya.
¡SALUD POR LAS MUJERES DE CAJAMARCA Y DEL MUNDO!

Se inaugura Cuna para la modalidad Nocturna en la Institución Educativa “La Merced” el 31 de marzo.

Nuevamente se logra una política educativa a favor de las mujeres, sobre todo de
aquellas que trabajan durante el día en hogares de terceros. El contar con este servicio en su IE les permite tener cerca a sus hijitos/as y tranquilidad para estudiar. Este logro es gracias al trabajo coordinado de las IE de la modalidad nocturna y al apoyo de instituciones, como la Asociación Mujer Familia. Esperamos que SERCOFE también lo haga como dio el apoyo a la Cuna de la IE Juan XXIII que funciona en la noche.

MUJERES CELEBRES DE CAJAMARCA

Desde este mes iniciamos la socialización de la vida y obra de mujeres, cuya acción y pensamiento van dejando una huella inagotable, creadora y ejemplar para las generaciones presentes y futuras. Mujeres que escriben con letra propia las páginas de nuestra historia. Las damos a conocer por este medio tecnológico, casi mágico, que nos permite socializar y compartir con todos y todas estos ejemplos de vida, que ya desde hace un año venimos recuperando con el entusiasmo sercofiano que nos caracteriza.

Amalia Puga de Losada

Amalia Puga de Losada, glorificada en vida - caso único en la historia literaria de América con una estatua que levanta dignificadora apostura en una de las plazas de la poética ciudad de su nacimiento, Cajamarca. Hija de una familia distinguida con raigambre peninsular, fue su padre un político de limpios antecedentes y de vida ejemplar, don José Mercedes Puga. Y fue su madre una noble mujer de la misma prosapia esclarecida y de corazón generoso, doña Carolina Puga de Puga. Su educación, en el romántico teatro de su infancia, fue caracterizada por una vocación literaria precoz, que se alimentó en la lectura de selectos libros de la biblioteca familiar. A los once años ya había publicado algunos cuentos y se había impuesto al ambiente y a la consideración de los hombres de letras como una promesa que pronto debía tornarse realidad, gracias a una "inspiración rica y lozana, a un sanísimo y elevado criterio, así en el orden moral como en el artístico, buen gusto, discreción, elegancia y pulcritud de estilo y destreza en el manejo del idioma", según la atinada expresión de uno de sus panegiristas. Muy joven viajó a Lima y desde 1891 comenzó a publicar interesantes producciones en "El Perú Ilustrado", que era el órgano ilustrado intelectual más prestigioso del Perú. Sus versos y artículos concitaron la atención y la consagraron como un alto valor de las letras que poco tardó en manifestarse en plenitud de originalidad y talento en su obra "Ensayos Literarios", publicada en 1893, y con su poema "El Descubrimiento", que mereció una medalla de la Municipalidad Metropolitana con motivo de la celebración del IV Centenario del descubrimiento de América, realizado con gran pompa y solemnidad en todo el país. Y la prematura consagración no se limitó al estrecho ambiente de la patria. Traspuso las fronteras y obtuvo iguales éxitos en el extranjero, repercutiendo en su brillante existencia de mujer bella e inteligente, gracias a sus producciones, que merecieron el doble honor de traducción y la reproducción en los Estados Unidos, principalmente en la "Revista Ilustrada", que en Nueva York dirigía con especial criterio y dedicación, el caballero panameño don Cristóbal de Losada, descendiente de nobles familias de España y Francia. Una vez que contrae matrimonio, a los dos meses, la señora Puga de Losada, acompañada de su esposo, visitó los Estados Unidos y se perfeccionó en el dominio del inglés aprovechando esa conquista en conocer los clásicos ingleses y norteamericanos, en adentrarse en la cultura sajona con visitas a museos, bibliotecas y centros culturales y en adquirir un nuevo florecimiento de su consagración en brillantes artículos publicados en diarios y revistas de la Gran Democracia del Norte. La muerte de su esposo la acongojó tanto cuando el porvenir se abría en el horizonte resplandeciente y lleno de promesas para el destino de hogar, la tremenda agonía espiritual que la joven viuda experimentó por la partida del amado.

Amalia Puga de Losada se encarga de darnos una idea de ese estado anímico en su soneto "Plegaría", que es como una esperanza en la noche de su vida. Bajo estos distintos aspectos admiramos a Amalia Puga en: "Pampas del Sacramento", "La Balada 35", "La Puguita", "Bucólica", "Resurrecto". "Mi ambición", "Refrigerio", "A mi hijo en la infancia", "Abuelita", "Mi plegadera", "Maizales", "Peseta Columnaria", "Los Libros", "Viñeta" y "A una Lámina".

Extraído de Internet Región Cajamarca "Pintores y Poetas"

Irene Silva de Santolalla

Unas de las primeras Congresistas. Resultó electa senadora en 1956, y se convirtió en la primera mujer en ocupar un importante cargo público y político del cual habían sido marginadas las mujeres peruanas, las que hasta 1955 no tenían derecho al voto, por lo tanto, tampoco derecho a elegir ni ser elegidas.

Armando Villanueva del Campo, dirigente aprista, recuerda a Silva Santolalla como una mujer muy inteligente que contribuyó al debate en el Congreso. «Ella fue una independiente, que, según recuerdo, fue elegida por el movimiento político de Prado», dijo. Silva Santolalla fue fundadora de las escuelas de Educación Familiar y la instauradora del curso del mismo nombre en los ocho años de enseñanza media, de la época.

Otras mujeres fueron elegidas diputadas el mismo año: María Mercedes Colina Lozano de Gotu-zzo, María Eleonora Silva y Silva, Juana Ubilluz de Palacios, Lola Blanco Montesinos de La Rosa Sánchez, Alicia Blanco Montesinos de Salinas, Manuela C. Billinghurst López, Matilde Pérez Palacio Carranza y Carlota Ramos de Santolaya.

La elección de Silva Santolalla y las ocho diputadas fue el resultado de un arduo debate y lucha de las mujeres, durante más de 20 años, para lograr el voto femenino, ya que hasta 1955 era un derecho exclusivo de los varones que sabían leer y escribir.

Extraído de Internet "La mujer se abre paso hacia el poder www.resistencia.org

Yolanda Westphalen

Nace en Cajamarca, Perú el 10 de noviembre de 1925 doctorada en literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Lima. Fue presidenta del Centro Peruano de Escritoras, en su primera fase, por cinco años y presidenta de la Asociación Cultural "Campo Abierto" de Miraflores en Lima, Perú. Miembro del Concejo Nacional de Mujeres del Perú desde 1997.

Ha publicado: Palabra fugitiva (1964); Objetos Enajenados (1971); Universo en Exilio (1984); Antología Poética y Ojos en ceguera clausurados (1989); Díptico (1987).

Yolanda Westphalen Rodríguez es crítica literaria y profesora de la escuela de literatura de UNMSM. Realizó sus estudios de maestría y doctorado en Literatura Peruana y latinoamericana en la misma universidad. El 2001 el Fondo Editorial de la UNMSM publicó su libro César Moro, la poética del ritual y la escritura mítica de la modernidad. Ha publicado, además, artículos en los libros colectivos: Mujeres y género en la Historia del Perú; Mujer, cultura y sociedad (vol. 2); Estudios culturales: discursos, poderes y pulsiones; Vargas Llosa: escritor, ensayista, ciudadano y político; 100 años de con Yourcenar y Escritura femenina y reivindicación de género en América Latina, entre otros. Igualmente, colabora en numerosas revistas especializadas. En la actualidad trabaja en la edición crítica de las cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen.
Extraído de Internet, Sistema de Bibliotecas 2006.

La Palabra Inasible

Poeta Yolanda Westphalen obtiene el Premio Gabriela Mistral en mérito a su trayectoria artística. Hace varias décadas, Yolanda Rodríguez Cartland decidió adoptar el apellido Westphalen como signo de identidad literaria. Detrás de esa elección existían razones que se sustentaban en los afectos y en el sentido común: había contraído matrimonio con un ciudadano de ascendencia europea que llevaba ese patronímico; por otro lado, a la escritora le resultaba muy engorroso firmar con su nombre completo. El espíritu práctico femenino encontró una fórmula más que atinada, aunque alaridos patriarcales sostengan lo contrario.

La escritora vive en el umbral de un lenguaje de signos contrarios. Derecha, una de las obras de Westphalen. Hoy, treinta y cinco años después de la publicación de su primera obra (Palabra Fugitiva), Yolanda Westphalen ha recibido el Premio Gabriela Mistral, otorgado por una institución francesa al conjunto de su producción literaria, que abarca poesía, narrativa y ensayo. No son pocos los críticos que han declarado la pertenencia de la poeta -nacida en Cajamarca- a la llamada Generación del '50. Sin embargo, es problemático adscribirla a alguna de las tendencias estéticas dominantes en el panorama literario de aquella época. La propia autora es la mejor vocera de una insularidad que la impermeabilizó contra el esteticismo purista o la poesía de raigambre social. Tampoco mantuvo nexos con el coloquialismo que sentaría raíces en nuestras costas al promediar la década de 1960.

Lectora inquieta y omniabarcante desde los años de infancia, el advenimiento de vástagos puso en jaque sus aspiraciones intelectuales. Pero otra fórmula razonable surtió efecto: su esposo le "permitió" ingresar a la Universidad de San Marcos, a condición de que no descuidara las tareas convencionales de una madre de familia. Fue una actitud bastante atrevida, si se toma plena conciencia de la necedad y mojigatería que regían la mentalidad de ese período, cuando los términos feminismo o mujer independiente se encontraban a años luz de distancia. Sin duda, el progresismo igualitario tendría aún muchas batallas por sostener en el futuro. Según Westphalen, admiradora de Mariátegui, el reto fue más duro de lo previsible: Cursaba materias en los dos turnos, mañana y tarde. Al mediodía, corría a la casa. Luego, regresaba a las clases. Me agotó tanto este ritmo que dejé los estudios de literatura por un año. Pero, finalmente, opté el bachillerato con una tesis sobre Los Ríos Profundos de Arguedas, y el doctorado, con un trabajo sobre Pedro Páramo de Rulfo. También seguí estudios de filosofía. En ese tiempo, la mayoría de mujeres que estudiaban en la Facultad de Letras se decidían por Pedagogía. Muy pocas, como María Luisa Rivera y yo, nos orientamos a la investigación de corte humanístico. Íbamos contra la corriente.

El establishment sanmarquino, obviamente dominado por académicos de sexo masculino, no hizo gala de mezquindad al juzgar la poesía de aquella joven señora, que alternaba la intensa vida universitaria con las preocupaciones propias del ama de casa. Mariano Iberico y Alberto Escobar suscribieron, respectivamente, el prólogo y colofón de Palabra Fugitiva. Este libro, publicado en 1964, anuncia los ejes sobre los que se afirmará la escritura de Westphalen durante los años venideros: la obsesión por el tiempo, la contemplación de la realidad y el consecuente sentido asombro ante ella, pero, sobre todo, la resignación ante una palabra insuficiente y endeble que jamás expresará cabalmente el sentir y las necesidades de quien escribe.

Después de tantos años dedicados a la escritura, con cinco libros de poemas publicados, sigo pensando que el lenguaje es un instrumento prodigioso, mágico, pero también limitado, ya que nunca llegará a aprehender la esencia real del mundo y de los objetos que lo pueblan.

Su obra narrativa fue justamente valorada cuando el relato Comisaría obtuvo una mención honrosa en el Cuento de las Mil Palabras de 1985, certamen por el que la autora manifiesta hondo aprecio. En la actualidad, Yolanda Westphalen permanece lúcida y alerta respecto a todo lo que acontece en el planeta. Apasionada por los viajes, ha recorrido el Perú, América y Europa en varias ocasiones.

Mi deseo es conocer Europa del Este, especialmente Polonia y la República Checa. Sé que Praga es una ciudad extraordinaria. Durante el auge del comunismo, me fue imposible visitar esos países. Hoy, el ambiente es más favorable. Sin embargo, de todos los rincones que he conocido, es Grecia el que mayor impresión me ha causado. Sin pecar de vanidad, creo conocerla tanto que me di el lujo de decirle a un griego que yo sabía más de su país que él mismo. Por supuesto, mi amigo se escandalizó rotundamente. (José Güich Rodríguez).

Yolanda Westphalen es quizá una de las más importantes voces literarias femeninas del siglo XX, ya que su producción abrió nuevos caminos para la poesía en la década de 1960.

Su producción literaria abarca poesía, narrativa y ensayo. Pero es en la lírica en lo que se ha destacado. Es así que tiene publicado, entre otros libros, Palabra fugitiva (1964); Objetos enajenados (1971); Universo en exilio (1984); Antología poética y Ojos en ceguera clausurados (1989); Díptico (1987) y Silencio de piedra (2005), editado y publicado en Colombia. Con esta actividad, la Comisión de Escritoras del PEN Club del Perú continúa con el ciclo de conferencias en el que se rinde homenaje y difunde la obra de escritoras peruanas como Sarina Helfgott, Lola Thorne, Blanca Varela, Carmen Luz Bejarano, Graciela Briceño, Cecilia Bustamante, Catalina Recavarren y Raquel Jodorowsky, entre otras.

La figura que inició este ciclo fue Magda Portal.
El verdadero nombre de la poeta es Yolanda Rodríguez Cartland, pero adoptó el apellido de su esposo.

Extraído de Internet, Agencia Andina de Noticias.